jueves, 10 de junio de 2010

Responsabilidades de la función gerencial en los efectores de salud

Tanto en el subsector público como en el área privada, para lograr un eficiente funcionamiento de las entidades que cumplen con un rol asistencial, éstas deben contar con una gerencia o administración que atiendan asuntos que exceden ampliamente la competencia de la medicina tomando en cuenta su concepción tradicional vinculada al conjunto de técnicas y conocimientos orientados a preservar o recuperar la salud del ser humano. Así el perfil requerido debe apuntar a un conocimiento multidisciplinario y una comprensión integral del sector salud.

De ésta manera, en la actualidad, se debe gestionar procurando alcanzar diversos objetivos específicos cuyo cumplimiento o no actúan como indicadores certeros de la actividad institucional y de la función gerencial.

Este artículo se propone exponer y explicar concisamente éstos compromisos ineludibles para toda gestión:

Optimizar la producción y la calidad del producto final

Es necesario desplegar y llevar adelante correctamente las diferentes actividades propicias para poder materializar una gestión participativa por objetivos, es decir, involucrar a las personas en contacto, gerencia intermedia y jefes de servicio para concertar prioridades y plasmar los objetivos específicos.

Entre las actividades concretas que repercuten en la producción y calidad se pueden enumerar: implementar programas de ahorro de costos y mejora de calidad, cumplimentar el plan anual de objetivos y presupuesto, estimular la capacitación del personal, impulsar la normatización de los procesos sanatoriales y administrativos, promover programas de medicina de basada en la evidencia, sistematizar medidas que favorezcan el uso racional de medicamentos, acompañar y evaluar la evolución tecnológica del sector, desarrollar del área de control de infección intrainstitucional, etc.

Velar por la eficiencia de los costos

En este punto resulta elemental realizar una adecuada gestión de los distintos procesos (asistenciales, administrativos, y mixtos), estudiar actividades críticas, evaluar posibles sustituciones, reducir los costos ocultos de la ineficiencia, celebrar contratos y convenios de la institución con los agentes de la seguridad social y las empresas de medicina prepaga, considerando los costos para determinar modos de retribución y fijar precios de servicios, además se debe organizar un sistema de facturación confiable.

Relacionar al hospital con el contexto social

Es función fundamental de la conducción ejercer la representación del efector ante el entorno social, procurando ser parte activa de las actividades en relación con el área programática, mejorar relación con el entorno vecinal, y mantener un vinculo adecuado de coordinación y articulación con el resto del sector salud (sanatorios, medicina prepaga, obras sociales, hospitales, ministerios) minimizando la coproducción de los pacientes en quehaceres administrativos (autorizaciones, derivaciones, etc.).

Plantear y favorecer una dirección estratégica

Como en cualquier tipo de organización resulta imperioso escribir o reformular su misión, desarrollar un plan de empresa, desarrollar una visión compartida, estableciendo manifiestamente objetivos y metas para luego poder realizar un seguimiento y evaluación.

En este contexto se debe implementar un organigrama que represente fehacientemente el accionar institucional, aunar recursos humanos y materiales para lograr determinados objetivos, dirigir y coordinar el trabajo de los distintos departamentos mediante la planificación y el control de las actividades intermedias y finales, controlar la ejecución presupuestaria, y construir un sistema de información a medida de cada establecimiento que permita desarrollar un cuadro de mando integral eliminando la incertidumbre provocada por conducciones donde se toman decisiones “a ciegas” o instintivamente.

Beneficiar un clima organizacional saludable

Es fundamental si se tiene alguna pretensión de crecimiento o la mera subsistencia saludable de la entidad asistencial lograr eliminar la iatrogenia organizacional, implementando medidas tendientes a instaurar un apropiado sistema de incentivos, generar el compromiso a través de la participación, organizar la actividad de los equipos de trabajo autodirigidos y autogestionados, y desarrollar actividades de psicología organizacional sobre los conflictos detectados.

Agilizar la gestión diaria

Finalmente, el día a día del funcionamiento de los efectores de salud exige la realización de tareas que demandan importantes unidades de tiempos y pueden conspirar con la eficiente gestión si éstas no se organizan y programan debidamente. En este sentido resulta muy productivo realizar procedimientos administrativos regulares, solucionar problemas inmediatos y obstáculos del proceso asistencial, administrar las actividades diarias, tomarse el tiempo necesario para decidir, para debatir, para reunirse con los mandos intermedios, supervisar las políticas de compras, e incondicionalmente ejercer liderazgo de contacto (no encerrarse en el despacho).